sábado, 15 de diciembre de 2012

Ir despeinada es mejor.

Y lo realmente bueno de la vida, despeina.
Hacer el amor, despeina.
Reír a carcajadas, despeina.
Jugar, despeina.
Besarle, despeina.
Viajar, volar, correr, meterte en el mar, despeina.
Cantar hasta que te quedes sin aire, despeina.
Así que cada vez que nos veamos voy a estar despeinada, no tengas duda de que estaré pasando por uno de los momentos más felices de mi vida.